Los valores entonces no son más que un conjunto de puntos de vista altamente movedizo. No son iguales a las estrellas fijas (como alguna vez lo fueron las ideas) sino más bien a los globos cuyo forro se conserva para, en dado caso, especialmente en las fiestas, inflarlos (Luhmann, 2006: 266).
— Luhmann, N. (2006). La sociedad de la sociedad. Editorial Herder: México.